Desarrollada en la Argentina, en colaboración con científicos australianos y neocelandeses, fue presentada la primera vacuna contra la hidatidosis, una enfermedad causada por un parásito que afecta al ganado, pero que luego se transmite al ser humano. En el país se reportan unos 450 casos de hidatidosis al año, lo que convierte a la enfermedad en la principal zoonosis de la Argentina.
En el ser humano, la hidatidosis se caracteriza por la formación de quistes en distintos órganos, principalmente en el hígado y en el pulmón, y raramente en el cerebro. Si bien los pacientes pueden cursar la infección en forma asintomática durante años, los quistes que contienen la larva del parásito Echinococcus granulosus crecen afectando los órganos, y pueden causar complicaciones que requieren tratamiento médico o quirúrgico.
La vacuna Providean Hidatil EG95, que cuenta con la aprobación del Senasa, brinda hasta un 100% de protección al ganado (principalmente ovino y caprino), lo que permite cortar el ciclo de transmisión del parásito.
"Esta vacuna es una esperanza para los 500.000 niños que viven en zonas de riesgo de contagio de hidatidosis", dijo Oscar Jensen, del Departamento de Investigación en Salud de la Secretaría de Salud de la Provincia del Chubut, durante la presentación de la vacuna.
Del acto participaron también Lino Barañao, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva,Lorenzo Basso, Secretario de Agricultura y Pesca, y la Ministra de Industria Débora Giorgi.
Entevista a Oscar Jensen (Médico)
Con 58 años de edad, hace 30 que Jensen trabaja para combatir esta enfermedad parasitaria que afecta a los animales y se contagia al ser humano con mucha facilidad. –¿Qué es la hidatidosis?
–El parásito Echinococcus granulosus se aloja en ciertos órganos del ganado ovino, bovino, caprino y camélido, sobre todo en el hígado y los pulmones, donde forma quistes. Cuando se faena ese ganado, el pequeño productor suele ofrecerle las vísceras crudas a su perro, que se infecta y desarrolla el parásito en su intestino. El hombre se contagia cuando bebe agua o productos que fueron lamidos por esos perros o cuando tiene contacto directo con ellos. Se calcula que un 6% de los perros tiene hidatidosis, pero como los animales viven menos que los humanos, no llegan a presentar una enfermedad grave porque los quistes no tienen tanto tiempo para agrandarse.
–¿Qué consecuencias trae?
–Al principio, los quistes son muy chiquitos, pero pueden estar en cualquier lugar del organismo, incluso en el cerebro. Son de muy lento crecimiento y asintomáticos. Pueden hacer que los animales produzcan hasta un 10% menos de carne o de lana. Estos quistes recién provocan síntomas cuando tienen tres o cuatro centímetros de diámetro. Generan síntomas respiratorios si están en el pulmón, hepáticos en el hígado, y muy graves si están en el cerebro. En el hígado o en el cerebro de una persona, pueden producirle la muerte.
–¿Se realizan controles en la actualidad?
–En las provincias de Chubut y Río Negro, tenemos hace muchos años un programa de búsqueda asintomática de quistes hidatídicos. Vamos a escuelas de pueblos chicos del área endémica, que en nuestro caso es desde el centro hacia la cordillera, y a los chicos les hacemos ecografías abdominales y análisis de sangre. Lo mismo se hace con la gente grande en los puestos sanitarios. Detectamos el quiste antes de que produzca síntomas y lo tratamos con un antiparasitario para evitar la cirugía. Buscamos difundir esta enfermedad para que haya prevención. Hace 30 años, la Patagonia era la zona de más casos porque, para que exista esta enfermedad, tiene que haber ovejas, vacas y perros conviviendo en un lugar. Si esos perros no están desparasitados, se transmite. En Chubut, cuando empezamos con el programa, teníamos 84 casos cada 100 mil habitantes. Ahora estamos en diez casos, y la mayoría recibe tratamiento. Pero es una enfermedad “subnotificada”, es decir, se notifican menos casos que los que hay. También hay acciones de detección en Tierra del Fuego, Neuquén, San Juan y Catamarca.
–¿Qué cambiará esta vacuna?
–La idea es implementar medidas de control en los lugares donde aún hay hidatidosis y sumar esta nueva herramienta: desparasitación de perros, control de faenas y vacuna. Pedimos que el Estado ayude al pequeño productor de ovejas, cabras y llamas, que tiene esos animales para vivir, que le compre la vacuna y desparasite a sus perros. Además, lo ideal sería que se implementara un programa nacional de control de la hidatidosis.
–¿Cómo empezó usted a ocuparse de este tema?
–Yo viví en el campo, soy hijo de un productor rural de la meseta de Santa Cruz. Estudié veterinaria porque quería trabajar con ovejas y cabras. Cuando me recibí, me ofrecieron trabajar en salud pública y me apasionó. Chubut me dio trabajo, y le dediqué mi vida a esta enfermedad.
Muy buena noticia!! Gracias por su publicación
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